En la actualidad, la mayoría de las compañías, sin importar su sector, deben gestionar grandes volúmenes de datos y realizar cálculos complejos, a menudo en tiempo real. Esto significa que el rendimiento y la eficiencia de la tecnología que utilizan es fundamental para su éxito, por lo tanto, requieren de un hardware informático potente, que pueda optimizar sus cargas de trabajo de manera efectiva.
Las estaciones de trabajo o workstations consisten en equipos de alto rendimiento diseñados para tareas informáticas intensivas, como análisis de datos, representación y modelado, que forman parte de una red donde se almacenan y comparten grandes volúmenes de información, y a su vez es posible conectarse simultáneamente para participar en un mismo proyecto. Las workstations suelen contar con procesadores de gama alta, grandes cantidades de RAM y tarjetas gráficas avanzadas, todo en pro de ofrecer la velocidad y la potencia de procesamiento necesarias para administrar tareas complejas.
Según un informe de IDC, se espera que la cantidad de datos generados en todo el mundo crezca de 33 zettabytes en 2018 a 175 zettabytes en 2025. Estos incluyen desde referencias de mercado hasta de clientes, de manera que para las compañías que necesitan manejar un amplio volumen de información de forma rápida y eficiente, las workstations son herramientas esenciales que pueden ayudarles a ofrecer una ventaja competitiva.
En la actualidad, las estaciones de trabajo son un recurso vital en múltiples industrias y ámbitos profesionales. Para cumplir con los requerimientos de estas aplicaciones intensivas en recursos, AMD ha desarrollado una línea de procesadores AMD Ryzen Threadripper PRO que, según Matías Berardi, SMB Commercial Manager para Sudamérica de AMD, “son el motor productivo de una workstation profesional, pues están diseñados para satisfacer las necesidades de las aplicaciones más exigentes, ofreciendo un rendimiento de última generación, funciones de seguridad y una administración impecable para los entornos comerciales más exigentes”.
Las industrias que se benefician del uso de los procesadores AMD Ryzen Threadripper PRO son diversas, desde la ingeniería y la arquitectura hasta la creación de contenido digital y la ciencia de datos. Por ejemplo, las aplicaciones de diseño asistido por ordenador (CAD) y diseño asistido por ordenador en tres dimensiones (3D) son herramientas esenciales para la ingeniería y la arquitectura, y estos procesadores ofrecen una capacidad de procesamiento rápida y eficiente para estas aplicaciones, lo que permite a los ingenieros y arquitectos realizar diseños complejos de manera rápida y precisa.
Así mismo, la edición de video, la animación y el modelado 3D son algunas de las aplicaciones más exigentes en términos de recursos en la creación de contenido digital. Estos procesadores incluyen hasta 64 núcleos para simulaciones y renderizados que utilizan múltiples procesos, además de núcleos de frecuencias altas para tareas livianas, y su increíble potencia, que permite arrasar en los proyectos de efectos audiovisuales más exigentes.
Por otro lado, el análisis de datos y la investigación científica requieren una capacidad de procesamiento rápida y eficiente. Los AMD Ryzen Threadripper PRO ofrecen un alto rendimiento, que ayuda a los ingenieros a reducir los tiempos de compilación y obtener información con mayor rapidez. Con hasta 2 TB de memoria de alto ancho de banda, los ingenieros pueden trabajar en proyectos grandes con la tranquilidad de que podrán hacer uso de conjuntos de datos masivos.
Desde la ejecución de simulaciones complejas hasta el análisis de grandes cantidades de información, las estaciones de trabajo son un recurso fundamental para las empresas que desean seguir siendo competitivas. Y al aprovechar la potencia de la tecnología de AMD, los profesionales pueden centrarse en lo que mejor saben hacer para impulsar su negocio, dejando el manejo eficiente de grandes cantidades de datos y la realización de tareas informáticas complejas en manos de estas poderosas herramientas.